Llegó en 2010 con dos hembras para formar un grupo reproductor de la subespecie de león de Angola, en el que han nacido varias camadas. Ha muerto a los 14 años, pendiente de confirmar las pruebas, de un probable proceso canceroso en el aparato digestivo.

Teimoso llegó a BIOPARC Valencia procedente del Zoo de Lisboa (Portugal) en 2010 acompañado de dos hembras, Luana y Sortuda, para formar un grupo reproductor de la subespecie de león de Angola (Panthera leo bleyenberghi). A los pocos meses nacieron las primeras crías y desde entonces otras camadas, de las que podemos ver en el parque a las hembras Tata y Shanga.

Nacido el 27 de julio de 2005 en Lisboa, Teimoso ha disfrutado de cerca de diez años de su madurez en Valencia, donde ha gozado de buena salud hasta que hace unos meses sus cuidadores empezaron a observar síntomas de enfermedad, pues había perdido el apetito y mostraba señales de que no se encontraba bien. El equipo técnico del parque procedió a realizar diferentes pruebas, varias analíticas y ecografías y todo indicaba que se trataba de un proceso inflamatorio intestinal crónico frecuente en felinos. Rápidamente se comenzó a aplicar el tratamiento correspondiente, si bien los problemas se incrementaron ya que dejó de comer y no respondía bien a la medicación. En los últimos días evidenciaba una gran pérdida de su condición física, con claros indicios de sufrimiento y sin calidad de vida, por lo que no tenía sentido prolongar su agonía y se ha decidido practicarle una eutanasia. A la espera de recibir los resultados definitivos, en la necropsia se ha podido observar las lesiones y deterioro típicas de un animal de su avanzada edad y todo apunta a que podría tratarse de un proceso oncológico en el tracto intestinal.


Muere Teimoso, el león de BIOPARC Valencia

Con la característica fisionomía de los leones de Angola, que muestran una preciosa melena, Teimoso ha ejercido de “rey” de la manada y su porte impresionaba a todos los visitantes, especialmente cuando hacía valer su potente rugido que retumbaba en todo el parque. Para todo el equipo ha sido un golpe muy duro pues, aunque esperado, siempre es complicado asumir la pérdida de un animal. Los cuidadores destacaban el buen carácter de Teimoso, pues facilitaba los trabajos más complicados como los entrenamientos veterinarios para realizar las revisiones rutinarias y recordaban satisfechos cómo disfrutaba con los enriquecimientos ambientales de los días más especiales, como las celebraciones de aniversarios, Halloween o Navidad, cuando colocaban los regalos con sus manjares favoritos en los árboles a los que saltaba con una pasmosa agilidad que dejaba literalmente atónitos a los que lo contemplaban.

Hasta ahora, en BIOPARC Valencia habitaban el grupo reproductor formado por Teimoso, Sortuda, Luana, Shanga y Tata y, por otra parte, la “anciana” Fa. Podíamos verlos a diferentes horas en el kopje con sus enormes formaciones graníticas utilizadas como atalaya desde las que observan la evolución de los rebaños de antílopes y jirafas de la sabana. Cada mañana la estampa de los leones en alguna de las rocas ha sido la postal que muchos visitantes observaban e inmortalizaban en fotografías desde la cafetería del parque. Esta fiel recreación de los hábitats africanos de BIOPARC Valencia que permite acercar la belleza de la naturaleza y en los que se contempla a la presa y al depredador juntos, ha hecho memorables las visitas de muchas personas y, especialmente, a los más pequeños.

La bella subespecie “León de Angola” está considerada como “vulnerable” en la lista roja de especies en peligro de extinción de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). Como todos los grandes depredadores, sus poblaciones han sufrido un serio declive. Habita ecosistemas dispares y se encuentra desde las lindes del bosque ecuatorial, en la República Democrática del Congo, a las sabanas de Angola, Zimbabwe y Zambia, hasta el desierto del Kalahari, en Namibia y el delta del Okavango, en Botswana, donde algunas manadas se especializan en la caza de búfalos. El león de Angola, en concreto, tan sólo cuenta con dos áreas protegidas en su zona de distribución: los parques nacionales de Etosha y el Delta del Okavango, a pesar de extenderse por cinco grandes países africanos.