El grupo de chimpancés está estable y a la vista del público pues estos acontecimientos suceden en la naturaleza y son aceptados por los animales.
Hace apenas un mes, el 14 de febrero, se producía el nacimiento de dos mellizos de chimpancé, un acontecimiento realmente extraordinario dentro del programa internacional de conservación EEP de la subespecie Pan troglodytes verus, la más amenazada de las cuatro que existen. Tristemente este fin de semana fallecían ambos. El equipo técnico observó un repentino cambio en la vitalidad del primero de ellos y finalmente solo se pudo comprobar su inmovilidad pocas horas después. En esos momentos la situación sólo posibilita mantener la vigilancia de la actividad de la madre para intentar recuperar el cuerpo. La experimentada madre centraba su atención en el fallecido y desatendía a la segunda cría dejándola en el nido y no respondiendo a sus lloros por lo que, siguiendo el protocolo, de forma consensuada con diversos expertos internacionales y los responsables del Programa de preservación se tomó la decisión de intervenir. El procedimiento es el habitual en estos casos, y requiere anestesiar a la madre para separarla de la cría muerta y atender a la otra. En esta acción se comprobó que la madre tenía leche y que la cría mamaba con normalidad al ponerla con su madre, por lo que se decidió no revertir la anestesia para que la hembra despertara por sí misma y mantener a la cría con su madre para que continuara la crianza natural. Además, las características de esta especie con fuertes vínculos requieren que el grupo se mantenga unido y minimizar cualquier tipo de intervención. Dentro del extraordinario trance, la situación permanecía tranquila hasta ese momento y nada podía presagiar que una de las hembras provocaría un altercado durante el que, lamentablemente, se produjo la muerte de la segunda cría.
Actualmente el grupo está estable y a la vista del público pues en la naturaleza estos acontecimientos suceden y son aceptados por los animales. Por el contrario, pese a estar acostumbrados a trabajar con animales, el equipo técnico está muy afectado emocionalmente. Ahora queda continuar y mantener la ilusión con el crecimiento del pequeño chimpancé Coco de 7 meses y persistir en la esperanza de que lleguen nuevas crías dada la reconocida fertilidad del grupo reproductor.
La conservación de esta especie en peligro de extinción no sólo es de gran importancia en el parque, también se lleva a cabo a través de la Fundación BIOPARC con la participación en programas de Conservación in situ en Senegal, colaborando con el Instituto Jane Goodall.
VÍDEO: Últimas imágenes de los mellizos de chimpancé.
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