El radar de la Dirección General de Tráfico (DGT) que más recauda está situado en el punto kilométrico 478,1 de la AP-7, concretamente en el área de servicio de Sagunto ( Valencia ), donde se formularon 59.428 denuncias durante el año pasado, lo que supone una media de casi 163 al día.

Así consta en un estudio realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y dado a conocer este miércoles. El trabajo se basa en los 50 radares más activos de los cerca de 1.000 que Tráfico tiene desplegados por las carreteras españolas. Ese medio centenar de cinemómetros acumularon un 41,5% del total de las multas.


Por detrás del mencionado en la AP-7, el segundo radar más activo en el ranking se ubica en el punto kilométrico 79,9 de la H-31 en Huelva (con 58.266 conductores denunciados el año pasado); el tercero está en el punto kilométrico 156,5 de la A-3 en Cuenca (57.206); el cuarto en el punto 83,8 de la A-92 en Sevilla (51.915), y el quinto en el punto 49,2 de la AP-6 en Madrid (49.693).

El de la AP-7 no aparecía en la lista de los radares más ‘multones’ de 2018. De hecho, su crecimiento en denuncias ha sido exponencial en apenas un año: de 4.567 en 2018 a 59.428 en 2018 (13 veces más). Algo similar ocurre con el cuarto de la lista, el de la A-92 (12 veces más), y el quinto, el de la AP-6 (cinco veces más).

Casi tres millones de denuncias

Por otro lado, el estudio de la AEA indica que los radares de la DGT formularon el año pasado 2.933.089 denuncias por exceso de velocidad, lo que supone un incremento del 13,3% respecto a 2018. La organización de defensa de los conductores atribuye este hecho a la activación de «numerosos radares» que antes estaban «apagados».

Por comunidades autónomas, el informe destaca que los radares más activos están en Andalucía (680.583 denuncias formuladas, que representan un 23,2% del total), la Comunidad de Madrid (373.078 denuncias, un 12,7%) y la Comunidad Valenciana (335.953, un 11,4%). Por el contrario, La Rioja (39.024), Cantabria (40.147) y Navarra (48.447) son las que menos denuncias contabilizan.

AEA llama la atención sobre el hecho de que determinados radares han incrementado exponencialmente su actividad. Por ejemplo, el situado en el punto kilométrico 371,2 de la A-8 (Asturias) ha pasado de formular 460 denuncias en 2018 a 26.039 en 2019. Algo parecido sucede con el del kilómetro 245,2 de la A-4 en Jaén (casi 44 veces más) y el del punto kilométrico 13,3 de la A-4 en Madrid (33,5 veces más).

El presidente de AEA, Mario Arnaldo, señaló que, ante el aumento de denuncias en autopistas y autovías y no en las carreteras secundarias, donde se producen el 70% de los accidentes con víctimas, «la DGT debería replantearse su política de radares, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes», por lo que acusó a Tráfico de convertir los cinemómetros en «meros instrumentos de recaudación».