Desde su nacimiento, el pequeño hipopótamo Gori ha permanecido al cuidado permanente de su madre y ha sido uno de los protagonistas del verano en el parque valenciano. Su positiva evolución y crecimiento ha propiciado que, antes de cumplir los 4 meses, ambos ya puedan unirse con el macho, por lo que ahora es posible contemplar a toda la familia en el espectacular entorno de la cueva de Kitum que recrea los grandes lagos africanos.
Esta semana de “rentrée” también ha traído cambios importantes a la familia de hipopótamos de BIOPARC Valencia, pues el equipo técnico ha decidido que había llegado el momento idóneo para que el pequeño Gori y su madre Rigas se reunieran con Raff, el imponente macho. Así, ya podemos disfrutar del único espacio en España para contemplar la visión subacuática de toda la familia unida conviviendo con diferentes especies de peces, en una perfecta relación simbiótica en la cueva de Kitum de BIOPARC.
Desde el nacimiento del pequeño Gori, madre y cría han permanecido inseparables para favorecer los cuidados y el óptimo desarrollo durante los primeros meses. La evolución ha sido muy positiva y durante este tiempo hemos podido disfrutar de preciosas imágenes que se han convertido en uno de los atractivos del verano. Escenas inolvidables y entrañables con el pequeño jugando en el enorme acuario que muestra la belleza y rica biodiversidad de los humedales africanos. Ahora, cuando próximamente el “bebé” cumplirá 4 meses, ya se puede contemplar a toda la familia junta. Para muchos valencianos es especialmente enternecedora esta estampa, pues esta pareja de hipopótamos fue de los primeros animales en llegar al parque hace ya más de 12 años y son los únicos que quedan de los que provenían del antiguo zoo de Viveros.
Como especie, el hipopótamo (Hippopotamus amphibius), está catalogada como vulnerable en la lista roja de la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). En los últimos años la cantidad de hipopótamos en África se ha reducido drásticamente debido a la caza y la pérdida de hábitats y su función como bombas de silicio animal se ha perdido parcialmente, lo que provoca la amenaza de los ecosistemas acuáticos de grandes lagos. Así la reproducción ex situ se convierte en una esperanza para la pervivencia de esta especie.
Este mes de vuelta a la actividad acercarnos a contemplar momentos de naturaleza salvaje nos llena de oxígeno y estímulos agradables. Un ocio “con causa” que nos recuerda, además, la importancia de protegerla y nos hace reflexionar sobre la necesidad de cuidar el medioambiente también como forma de preservar nuestra salud. Y para poder hacerlo cuantas veces queramos a lo largo de todo un año, BIOPARC nos ofrece su pase B! o pase anual por un precio muy razonable. Por ejemplo, para las familias o amigos, la mejor opción es el Pase Manada con un precio desde 26,6€+1 el infantil y el general de 35€+1.