El Ayuntamiento de València „comparte objetivos y visión“ con el Plan de Movilidad Metropolitano (PMoMe) 2022-2035, pero ha realizado varias alegaciones al instrumento con el que la Generalitat pretende ordenar y planificar los desplazamientos y las infraestructuras de la ciudad y su área de influencia, que agrupa a más de un millón y medio de habitantes y 4,87 millones de movimientos diarios. Una de las exigencias principales que plantea el Gobierno municipal que dirige Joan Ribó al Ejecutivo autonómico de Ximo Puig es la necesidad de consensuar los trazados de las futuras líneas del tranvía (prolongación de la L10 y nueva L11 a la Marina y L12 a La Fe), cuyos proyectos saldrán a información pública antes de final de año. También pone sobre la mesa los impactos del by-pass, de la V-30 y del puerto en el tráfico rodado y pide planificar itinerarios ciclistas metropolitanos y más aparcamientos disuasorios. Todo ello, afirma en sus alegaciones, para „mejorar el plan“.
Tras su presentación a finales de 2021 y su salida a exposición pública en junio, municipios y entidades han podido realizar sus aportaciones a l a la versión preliminar del documento. En el caso de València, sus alegaciones cobran especial importancia no solo por ser el municipio con más población, sino por ser el principal atractor de desplazamientos desde el área metropolitana.
Visión metropolitana
Según el informe elaborado por el área de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento, la elaboración del PMoMe discurre en paralelo a la elaboración del Plan de Acción Territorial Metropolitano de València (Pateval). „Ambos documentos están íntimamente relacionados y han de estar necesariamente coordinados… Debería haberse podido analizar los dos documentos preliminares de forma conjunta“, se sugiere en el escrito. Además, también alude a que debería incluir „todas las actuaciones previstas para el área metropolitana de València en el Programa Uneix de la Generalitat“.
Datos „desfasados“
En cualquier caso, el Consistorio advierte de que el diagnóstico del PMoMe se ha realizado con datos de 2018, por lo que considera „necesaria una actualización de la encuesta“ para que la evaluación de las actuaciones propuestas pueda hacerse partiendo de unas magnitudes „reales“ de demanda y no de „unos datos desfasados en el tiempo“, entre los que destaca fundamentalmente los de la ciudad de València.
Nuevas líneas de FGV
Para el Gobierno local resulta „fundamental“ disponer de más información sobre la extensión de las líneas tranviarias a la Marina: la L10 (desde Nazaret) y la nueva L11 (desde la Ciudad de las Ciencias), ya que ambas comparten tramo común en el frente marítimo, „lo que supondría que el centro de la ciudad quedaría conectado con la Marina de València a través de tres líneas de tranvía“, mientras el mismo PMoMe advierte en su apartado 3 que hay „otras áreas necesitadas de mayor cobertura de transporte público“. Además, afirma que tanto los nuevos tramos tranviarios como las paradas „deberán ser consensuados entre FGV y el Servicio de Movilidad Sostenible“ municipal para „compatibilizar y optimizar el espacio viario y ofrecer el mejor servicio de transporte público“.

Mejora de frecuencias en el tranvía
Respecto a las líneas de tranvía ya existentes en la ciudad, el Ayuntamiento pide (como ya propone el plan de la Generalitat para las líneas de metro) que se incluya una propuesta con actuaciones prioritarias y a corto plazo tanto el análisis de las posibles mejoras de frecuencia (más vehículos y personal) como de reducción de tiempos de recorrido, así como la ejecución a corto plazo de esas mejoras.
‚By-pass‘, V-30 y puerto
El Consistorio subraya que el PMoMe no aborda, y debe hacerlo, ni la medida del impacto en la movilidad de tres grandes ejes de gestión estatal ni el impacto de los mismos sobre la movilidad. Se trata de la A-7 en el by-pass de circunvalación, con un „importante tráfico de pesados y de recorridos de larga distancia“; el corredor de la V-30, y finalmente la afección que ya genera el puerto de València y que podría generar su posible ampliación en vías donde además del tráfico de carácter metropolitano se une el tráfico de vehículos pesados de mercancías y todo el tráfico de acceso al recinto portuario.

El documento añade que tampoco „se pueden obviar“, como afirma que hace el PMoMe, proyectos como el soterramiento de las vías de Serrería y del barrio de Sant Isidre.
Aparcamientos disuasorios
Por lo que se refiere a las propuestas de park and ride que incluye el plan de la Generalitat (propone la creación de 17 aparcamientos disuasorios en el área de València con 9.000 nuevas plazas para estacionar el coche en las estaciones de metro o Cercanías), el Ayuntamiento de la capital coinciden en que estos parkings deben estar próximos al origen de los viajes, es decir, en las estaciones de transporte público de los municipios, para disuadir del uso del vehículo privado en el punto más cercano al origen.
Por ello, solicita actuaciones relacionadas con centros generadores de viajes, como por ejemplo los campos universitarios, cuyos planes de movilidad deben recoger „medidas firmes“ para cumplir los objetivos de la Ley de Movilidad de la Comunitat Valenciana, entre las que propone reducir „drásticamente la oferta de plazas gratuitas de estacionamiento“.
Red ciclista metropolitana
València alega que planificar un horizonte de dos años para la creación de una guía metropolitana de diseño-características básicas para una infraestructura ciclopeatonal de calidad „resulta un plazo excesivo“, y en cuanto a su diseño propone, que en el caso de que se aproveche esta red para completar los itinerarios peatonales, que el tráfico peatonal y ciclista cuente con „espacios diferenciados“ para evitar „cualquier conflicto futuro“.

En cuanto al sistema metropolitano coordinado de bicicleta pública y vehículos de movilidad personal, y para „proteger el uso general del espacio público“, considera que no es conveniente la implantación de sistemas de alquiler de bicicletas ni de patinetes sin conductor y sin base fija en modo dockless en València.
El segundo túnel de Colón, propuesta estrella
Una de las principales novedades del Plan de Movilidad Metropolitano para la red de Metrovalencia es la apuesta por la duplicación del túnel entre las estaciones de Bailén y Alameda con el horizonte de 2030. Se trata de una obra de gran magnitud tanto por su inversión (400 millones de euros) y por las posibilidades que abre en cuanto a la futura expansión de líneas y a la mejora de frecuencias como por la previsible afectación al centro de la ciudad durante el desarrollo de los trabajos.