La presencia de alcorques vacíos, es decir, sin arbolado, en las calles de Valencia es uno de los problemas con los que quiere acabar el nuevo Gobierno municipal que preside María José Catalá. La alcaldesa ha anunciado este miércoles la puesta en marcha de un plan de revisión de estos espacios para llegar a la Capitalidad Verde Europea que ostentará la ciudad del Turia en 2024 sin alcorques vacíos. Además, el Servicio de Jardinería tiene orden de limpiarlos y retirar la maleza para revertir „la situación de abandono de los últimos años“.

Según los datos aportados por el Ayuntamiento, en el conjunto de la ciudad hay actualmente alrededor de 2.600 alcorques sin árboles sobre un total de 60.000. Es decir, el 4,3% están vacíos, por lo que „no cumplen la función o la misión que tienen“, la de „dotar de sombra muchos espacios“ de los barrios, ha afirmado Catalá durante una visita a las obras del nuevo jardín de la avenida Juan XXIII, en Benicalap.

„Me parece que esta ciudad no puede permitirse llegar a esa fecha señalada [en alusión a la Capitalidad Verde Europea de 2024] con alcorques vacíos. No sería propio de una ciudad que hace gala de su apuesta por lo verde“, ha manifestado la mandataria municipal. De este modo, Catalá apunta al primer objetivo, el de plantar más árboles para acabar con los espacios vacíos. En segundo lugar, también se ha referido a la limpieza de estos elementos, un aspecto muy criticado por el PP durante el anterior mandato en el que Compromís y PSPV conformaron el Gobierno local.

De hecho, la decisión de prohibir el uso de herbicidas por su impacto en la salud y el medio ambiente derivó en el crecimiento de plantas y maleza en los alcorques, en ocasiones a partir de semillas sembradas por los propios técnicos municipales, que el anterior Ejecutivo municipal defendió como facilitadora de biodiversidad, pero que también hizo necesario el uso de brigadas específicas y medios mecánicos para su control, ya que en ocasiones su crecimiento es desmesurado.

„La limpieza de los alcorques“ es un asunto que el actual equipo de Gobierno lleva „trabajando desde el principio. No hemos dejado de hacerlo“, ha dicho la alcaldesa popular María José Catalá. En este sentido, según ha explicado, „desde un primer momento, el Gobierno municipal dio instrucciones al Servicio de Jardinería para limpiar los alcorques y quitarles la maleza. Hay mucho trabajo y aunque ya se está actuando en zonas, nos queda mucho por hacer porque la situación de abandono en los últimos años es más que evidente“, ha añadido. La alcaldesa asegura que „en unos meses se va a notar ya que todos los alcorques de Valencia o están limpios o no están vacíos“.

Desde la oposición en el Consistorio, el exvicealcalde y exedil de Ecología Urbana, el concejal de Compromís Sergi Campillo, ha mostrado su „profunda preocupación por el evidente desconocimiento de la gestión del arbolado urbano y los alcorques de la ciudad que ha demostrado la alcaldesa Catalá“. Según ha expuesto, durante el mandato anterior „ya se hizo un esfuerzo muy importante para plantar los alcorques vacíos que existían en esta ciudad“ y ha destacado que el anterior Gobierno ha dejado „un contrato para suministrar 400 árboles durante los próximos meses“.

Nuevo jardín en Benicalap

El nuevo jardín de Juan XXIII, en el barrio de Benicalap, abrirá al público a finales de noviembre. Con esta nueva dotación, la ciudad contará con una zona verde adicional de 2.700 metros cuadrados sobre un antiguo solar. Catalá ha visitado este miércoles la obras, que „se reactivaron en verano después de varias suspensiones“, según fuentes municipales. La alcaldesa lo ha definido como „un parque emblemático“ y „singular“ que generará „un nuevo jardín urbano para uso y disfrute de la ciudadanía y para la mejora del histórico barrio“.